Si la limpieza de los cabezales no funciona con la función predefinida por la impresora, siempre podemos optar por limpiar los cabezales con cartuchos recargables, con una jeringa a través de los inyectores o quitando el cabezal directamente.
Los cartuchos recargables se pueden utilizar para limpiar los cabezales y así no desperdiciamos tinta del cartucho original de la impresora. Estos cartuchos se rellenan con una solución de limpieza.
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Vida útil de los cabezales de impresión: contraste y ajuste de presión
Cuanto más oscura, audaz o pesada sea la impresión, más energía debe enviarse al cabezal de impresión, ya que debe permanecer más caliente para transferir más tinta en la etiqueta. Un buen consejo para alargar la vida útil del cabezal es ajustar el contraste al mínimo posible, en aquellos dispositivos que lo permitan, para mantener la calidad de impresión necesaria, lo que ayuda a reducir el calor que llega a los cabezales y, en consecuencia, es gastado. El valor de contraste mínimo para una calidad de impresión aceptable es, en la mayoría de los casos, el valor correcto a elegir.
Por razones similares (en las impresoras que tienen esta opción en su menú), la presión del cabezal de impresión siempre debe establecerse lo más baja posible cuando se imprime con una calidad aceptable. Cuanto mayor sea la presión, mayor será el desgaste de las cabezas.
¿Cuántas veces hay que limpiar uno?
Este proceso lo podemos repetir hasta cuatro veces hasta que queden completamente limpios. Si la calidad de impresión sigue siendo mala, es posible que uno de los cartuchos de tinta esté desgastado o dañado. Verifique esto antes de continuar con la limpieza de los cabezales, ya que es posible que deba reemplazarse.
¿Cómo limpiar los cabezales con alcohol?