1. Lo primero que tienes que hacer para arreglar tu tabla es secarla bien, es recomendable colocarla al sol o ayudarnos de un secador para que la espuma se seque más rápido, cuidado con esto último porque si te pasas el calor hará que la tabla se ponga amarilla e incluso puedes dañar las partes de resina que rodean la zona donde el “daño” es prudente y no acerques mucho el secador.
2 Es importante que cuando repare su tabla quite todos los pedazos de astillas y suciedad del área dañada con unas tijeras, un cuchillo o un cortador de cajas para dejar limpios los bordes del área dañada a cortar, luego lije bien el área para que el la resina tiene mejor agarre al momento de aplicarla, sigue limpiando bien la zona que lijaste, un paño de microfibra de uso común en casa servirá, ya que no deja pelo, si no tienes este tipo de paño, cualquier paño que no suelte se puede usar pelusa.
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Cómo reparar tu tabla
Lo primero que debes hacer para reparar tu tabla es secarla y asegurarte de que no queden restos de agua u otro material en su interior. Para ello, puedes dejarlo unos minutos al sol o secarlo con un secador de pelo.
Una vez que esté seguro de que está listo para la reparación, necesita lijar o cortar las áreas que tienen fugas de fibras u otros daños para que el solarez se pueda aplicar de manera óptima.
Paso 3: Lijado
Con la lija, comenzar a romper la resina dura de la reparación, con ligeros movimientos. Es muy importante que no deshagas toda la reparación.
Una vez que la punta de la tabla ha vuelto a su forma original, ¡está lista para surfear de nuevo!
Preparando la tabla
Para iniciar el proceso de reparación de una tabla de surf, es importante asegurarse de que el interior de la tabla esté húmedo debido al hueco. A veces, la cantidad de resina que se libera es pequeña y el núcleo de la tabla no se moja, así que séquelo con un paño.
La forma sencilla de saber si tienes agua dentro de la tabla es empujarla cerca de la abertura y ver si sale un poco. En este caso, déjalo un rato al sol para que se seque por completo, o utiliza un secador de pelo a temperatura media. Pero ojo, procura no acercarte demasiado para no quemar la espuma o dañar la resina de los laterales.
1- Limpiar la zona dañada:
Limpiar a fondo la zona a reparar, eliminando cualquier resto de parafina. Y con un cúter, corta cualquier saliente de fibra que pueda quedar.
Puedes poner la mesa al sol para que se evapore el agua, o usar un secador.